Los trabajadores de una planta de la localidad de Pompeya salieron a reclamar por los despidos de 23 personas en la céntrica avenida de Corrientes y Callao, donde intentaron cortar las calles. Rodeados de efectivos policiales, exigían que le devolvieran sus puestos.
La tensión comenzó a sentirse, empezaron los empujones y la policía -como ha sucedido en recientes manifestaciones- arremetió contra las personas arrojándoles gas pimienta para dispersarlos.
Tras los hechos, el vicejefe del gobierno porteño declaró al canal TN que “con diálogo y racionalidad tenemos que hacer que los dos derechos, manifestarse y circular, no colisionen. Si no, la policía tiene que actuar para imponer el orden público”.
En la planta de Pompeya hay mucha angustia y preocupación desde hace varios días cuando se conoció sobre un pedido de procedimiento preventivo de crisis en ese lugar, donde trabajan alrededor de 600 personas.
“Coca Cola Femsa Argentina está atravesando una etapa compleja debido a la desaceleración del consumo, lo que la ha colocado en la necesidad de readecuar su estructura de trabajo”, había señalado esa empresa en un comunicado.