La medida se produce después de que el secretario del HHS y activista antivacuna Robert F. Kennedy Jr. dijo en un podcast del 27 de mayo que las prestigiosas revistas médicas son “corruptas”.
“Probablemente vamos a dejar de publicar en el Lancet, New England Journal of Medicine, JAMA, y esas otras revistas porque todos son corruptos”, dijo. Acusó a los diarios colectivamente de ser un “recipiente para la propaganda farmacéutica”. Continuó diciendo que “a menos que estas revistas cambien dramáticamente”, el gobierno federal “impediría que los científicos de NIH publiquen allí” y creen revistas “internas”.
La crítica de Kennedy se debe en gran medida a su creencia de que la medicina moderna y la ciencia convencional son parte de una conspiración global para generar ganancias farmacéuticas. Kennedy es un negador de la teoría de gérmenes que cree que las personas pueden mantener su salud no dependiendo de la medicina basada en la evidencia, como las vacunas, sino por la vida limpia y la alimentación, un concepto suelto llamado “teoría del terreno”.
El acceso a las principales revistas científicas y médicas es esencial para que los científicos federales se mantengan al día con sus campos y publiciten los resultados de alto impacto. Un empleado de NIH agregó a Nature News que “suprime nuestra libertad científica, para buscar información donde esté presente”.