Al menos tres personas han muerto en España en un incidente vinculado a un recorte de energía masivo que cerró el país el lunes, dijo la Guardia Civil a la BBC.
Murieron en el municipio noroeste de Taboadela y eran de la misma familia, según los medios españoles.
Según los informes, la policía está investigando si el monóxido de carbono de un generador de electricidad defectuoso jugó un papel en su muerte, pero la Guardia Civil no pudo proporcionar más detalles.
Los funcionarios todavía están trabajando para confirmar qué causó el corte de energía que desencadenó el caos en España y Portugal el lunes.
El trío que murió en Taboadela era una pareja casada y su hijo adulto, según el periódico El Pais con sede en Madrid.
Un trabajador de cuidados descubrió sus cuerpos en sus camas el martes, informó El Pais.
Se están investigando otras muertes, incluida una mujer en Madrid que murió en un incendio que pudo haber sido causado por una vela que se usa durante el apagón, informaron los medios locales.
La mujer, de unos cincuenta años, fue encontrada muerta el lunes por la noche después de que estalló un incendio en un edificio en el distrito de carabanchel de la ciudad.
Trece personas fueron tratadas por inhalación de humo, incluidas cinco que fueron llevadas al hospital, según la oficina de información de emergencia de la ciudad.
Según los informes, una mujer de unos cuarenta años murió en Valencia, aunque no hay un consenso claro en los medios españoles por causa de su muerte.
La policía local sugirió que la mujer, que sufría de una condición pulmonar, murió después del ventilador que estaba usando el poder perdido durante la interrupción, según informes de los medios.
Sin embargo, El Pais citó fuentes de salud regionales que dijeron que la mujer sufría de una serie de afecciones de salud y que murió de causas naturales.
El apagón causó una gran interrupción en España y Portugal. Andorra y partes de Francia también se vieron afectadas.
En España y Portugal, los semáforos dejaron de funcionar, Metro Systems se detuvo y las empresas no pudieron aceptar pagos con tarjeta, lo que provocó grandes colas en las pocas máquinas de efectivo que todavía funcionaban.
Inicialmente, las redes de teléfonos móviles también cayeron, dejando a muchas luchas por información.