
Siete años después de asumir el cargo al expulsar a los conservadores de la corrupción del gobierno, Pedro Sánchez está luchando por su vida política en medio de investigaciones sobre el presunto injerto en su Partido Socialista (PSOE).
El 12 de junio, un primer ministro de la cara cenicienta se disculpó con los españoles después de que el audio reunido por los investigadores de la Guardia Civil se hizo pública y parecía mostrar al secretario de PSOE, Santos Cerdán, discutiendo las comisiones pagadas por las empresas a cambio de contratos públicos.
Sánchez no ha sido implicado directamente, pero el líder socialista que llegó al poder prometiendo limpiar la política ahora enfrenta llamamientos para renunciar a una oposición vigorizada.
Cerdán, quien fue el partido número tres, renunció al PSOE y renunció como miembro del Parlamento. Debe comparecer ante la Corte Suprema el 25 de junio. Sostiene que nunca ha cometido un crimen ni ha estado implícito en uno.

La investigación sobre comisiones es parte de una investigación en curso que ya ha implicado a José Luis Ábalos, ex secretario de PSOE y ministro de transporte. Una tercera persona implicada es Koldo García, asesor de Ábalos. Ambos hombres aparecieron con Cerdán en el audio recientemente expuesto. Los tres dicen que no han hecho nada malo.
La investigación sobre Ábalos, que comenzó el año pasado, fue perjudicial para el gobierno, pero su salida del gabinete y el puesto de secretario de PSOE en 2021 pusieron distancia entre él y Sánchez. Sin embargo, la implicación de Cerdán es más problemática.
Sánchez lo había defendido repetidamente frente a las afirmaciones en los medios de derecha en los últimos meses de que estaba bajo investigación, y el primer ministro incluso acusó a la oposición de “personas honestas calumnias” cuando se le preguntó sobre las actividades de Cerdán el mes pasado.
El Secretario del Partido, de la región norte de Navarra, era un confidente de confianza del primer ministro, que desempeñaba un papel crucial, por ejemplo, en la negociación del apoyo de los nacionalistas catalanes para permitir la formación de un nuevo gobierno en 2023.
A pesar de reconocer que “no debería haber confiado” Cerdán, Sánchez ha insistido en que verá la Legislatura, que finaliza en 2027.
En una carta a los miembros de PSOE, se disculpó nuevamente, mientras duplicaba.
“Hay muchos problemas que afectan la vida de la mayoría (atención médica, vivienda, pensiones, trabajos, combatir el cambio climático y defender la igualdad) y por lo que vale la pena luchar”, escribió. “Desafíos que no se resuelven con titulares o linchamientos”.
Sin embargo, la oposición ha presentado la investigación como sintomática de un régimen corrupto, señalando otras sondas que afectan a Sánchez y su círculo.
Un juez ha estado investigando a la esposa del primer ministro, Begoña Gómez, por posibles irregularidades comerciales, y su hermano músico, David, debe ser juzgado por su presunta influencia vendiendo en asumir un puesto público en la ciudad sudaeste de Badajoz. Mientras tanto, el Fiscal General, Álvaro García Ortiz, también es probable que enfrente un juicio por revelar detalles confidenciales de un Evader de impuestos. Los tres niegan irregularidades.

Sánchez y sus partidarios han arrojado estos tres asuntos como parte de una campaña orquestada por el Partido Popular Conservador (PP), el Vox de extrema derecha, los medios de derecha y las facciones dentro del poder judicial. Varios expertos judiciales han expresado sorpresa por el celo con el que se han llevado a cabo las investigaciones.
En una estridente sesión parlamentaria esta semana, los parlamentarios de la oposición cantaron “Dimisión” (renunciar) al Primer Ministro, y Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, lo acusó de ser “un lobo que ha liderado una manada corrupta”.
Paco Camas, jefe de opinión pública en España para la firma de votación Ipsos, ve una renuncia de Sánchez como “suicidio político” para su partido, porque seguramente desencadenaría elecciones, permitiendo que el PP forme un gobierno, probablemente con el apoyo de VOX.
“La tendencia general en este momento es un electorado desmovilizado a la izquierda, particularmente para el Partido Socialista, y una enorme movilización de los votantes a la derecha, que está aprovechando el descontento con el gobierno”, dijo Camas.
Incluso el presidente socialista de la región de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, advirtió que “no hay una salida digna” para el PSOE.
Sin embargo, mientras Sánchez pueda mantener su frágil mayoría parlamentaria de los partidos de izquierda y nacionalistas, hay poco que la oposición pueda hacer para derribarlo.
Con ese fin, el Primer Ministro ha estado tratando frenéticamente de tranquilizar a estos aliados, muchos de los cuales han expresado indignación en el escándalo de Cerdán-Ábalos. Camas cree que persuadirlos para que apoye un presupuesto 2026 podría ser una forma para que Sánchez compre algo de tiempo.
No obstante, tales planes podrían dejarse jirones eran revelaciones más explosivas para surgir, ya que muchos temen en el partido socialista.
Tales preocupaciones jugarán en la mente de Sánchez mientras se dirige a la cumbre de la OTAN en La Haya.
Normalmente, una presencia asegurada en el escenario internacional, llegará con serias dudas sobre su futuro y bajo presión creciente para aumentar el gasto de defensa de España.
Aunque su gobierno ha prometido aumentar el gasto militar al 2% de la producción económica este año, ha estado resistiendo las llamadas de los Estados Unidos y el liderazgo de la OTAN para aumentarlo aún más. Sánchez ahora se ha negado a aceptar un objetivo del 5% del PIB para el gasto militar, diciendo que “no solo sería irrazonable sino también contraproducente”.